28.1.10

Sobre el llibre electrònic


Un magnífic article-reflexió de Sergio Vila-Sanjuán al voltant del llibre electrònic ahir al Cultura/S. És una llàstima que no sigui accessible a la xarxa més que l’inici.
Davant la irrupció, esperem que fallida (el desideràtum és meu), del llibre electrònic, Vila-Sanjuán, ens parla del que han representat i representen els llibres –tal com avui els entenem- i les llibreries en la nostra cultura. En cito una part:

Históricamente un editor (término noble y hermoso) ha sido un señor, o señora, que ha hecho libros, es decir, unos "contenidos" inseparables de un determinado formato, al igual que el teatro o el cine han tenido los suyos. El concepto "libro" está vinculado a sus plasmaciones materiales y formales, que han constituído en sí mismas creaciones culturales, en subdisciplinas como la tipografía o el arte de encuadernar. El libro también ha propiciado formas de sociabilidad cultural como son las redes de librerías. El acceso a la cultura que conlleva una visita a una librería, con el repaso a los ejemplares expuestos y la charla con el librero prescriptor, de forma que el visitante acaba llevándose dos o tres libros con los que ni siquiera había pensado al entrar en ella, caracteriza a la civilización europea más que los cafés de que habla George Steiner en su célebre ensayo. Y la posesión material de un libro hace de él un objeto único.

I encertadíssima també la frase final:
El futuro es aquello hacia donde nos vemos encaminados, pero también el lugar a donde decidimos encaminarnos.

No puc estar-hi més d’acord. Enmig d’aquest frenesí tecnològic en què ens trobem, em pregunto si algú s’ha parat a pensar cap on volem anar.

3 comentaris:

Àlex ha dit...

Totalment d'acord, amb Vila-Sanjuán i amb tu.

Anònim ha dit...

Segúramente el libro electrónico sea un éxito, ya lo está siendo. Igual que lo son los "best seller" y por eso son los más vendidos. Creo que todo esto resulta del tic compulsivo y enfermizo en que basamos nuestras "necesidades" y que traducimos en la manera de satisfacerlas. Cuanto más novedoso y más fácil de adquirir es el bien más éxito tiene. Luego está el ansia por poseer.
Dicen que en un libro electrónico se pueden almacenear cientos de libros. ¿Para qué? ¿Los leeremos a la vez? Novedad y posesión,instintos básicos. Pasa igual con el tiempo de ocio que dedicamos a viajar. Cuanto más lejos y menos conocido sea el destino mejor, aunque la empatía con el lugar y sus habitantes difícilmente se pueda producir. Eso si, haremos miles de fotografías "etnográficas" que almacenaremos en el ordenador y rara vez veremos.
¡Que daño han hecho las compañías low cost y la microelectrónica...!
Ya se que exagero, pero no acabo de entender las razones que nos llevan a comportamientos tan pazguatos, siguiendo pautas dirigidas al consumo sin más.
Tengo amigos que leen poco y defienden el libro electrónico como un gran salto tecnológico que cambiará el concepto de la literatura, etc., etc. También conozco a otros, grandes lectores y no precisamente de números uno en ventas, que lo defienden igualmente. Así que el asunto entiendo que dará que debatir.
Yo sigo siendo partidario del papel, del cartón y de la tinta impresa. No creo que el libro desaparezca nunca. Cada vez se editarán menos libros impresos, sólo aquellos trabajos que merezcan la inversión, por la calidad de su contenido y su continente, pués siempre habrá un público fiel. Y cada vez se publicarán más cosas para leer en libros electrónicos,tal vez de consumo fácil; pero me atrevo a vaticinar que habrá que revolver mucho entre el marasmo de megabites para encontrar lo que uno busque. Salvo que sea un "best seller".
Un saludo,
Enrique.

Àlex Figueras ha dit...

Gràcies, Àlex. Anirem fent sentir la nostra veu.
Gracias también, Enrique, por el comentario. Me parece que das en el clavo con tu reflexión, que va más allá del caso del libro electrónico.
No puedo estar más de acuerdo con tu referencia a los viajes y "la empatía con el lugar". Es algo que he pensado siempre. Me estoy acostumbrando a que me miren como un bicho raro cuando digo que los destinos "exóticos" no me atraen porque no siento ninguna proximidad cultural con estos lugares. Veo que no estoy solo.